Se trata de un hallazgo fósil en la región india de Cachemira, el cual presenta fósiles del Indohyus raoellidae, una suerte de roedor mezclado con antílope que parece ser el eslabón perdido de la evolución de las ballenas.
Hans Thewissen, un científico que se desempeña en la Universidad de Ohio (Estados Unidos), y quien tiene una larga trayectoria estudiando la historia evolutiva de las ballenas, es quien ha estado a cargo de esta investigación, y según su teoría el Indohyus no pasó al agua por motivos dietarios, sino que esto tuvo lugar mucho después.
El equipo dirigido por Hans Thewissen ha analizado cientos de fósiles del Indohyus, que tenía el aspecto de un ciervo pequeño que probablemente vadeaba en el agua como un hipopótamo. Lo que el Indohyus tiene en común con las ballenas y otros cetáceos es, por ejemplo, una gruesa cobertura de un hueso por encima del espacio del oído medio (conocido como el involucrum). Antes de este hallazgo, el involucrum sólo se había visto en cetáceos. "Nosotros proponemos que el acontecimiento que definió sus orígenes tuvo que ver con el cambio de la dieta, que fue posterior. Es algo que se concluye del estudio de los dientes y el cráneo", fue lo que puntualizaron los paleontólogos. De ésto se concluye que las ballenas no evolucionaron a su forma actual a causa de un cambio de dieta, sino que éste tuvo lugar mucho más a posteriori del ingreso del Indohyus al medio acuático.
Esta investigación devela un dato esencial para el estudio de las ballenas, pues ha esclarecido muchas cuestiones respecto a sus orígenes, claves que resultan notablemente significativas para la paleontología acuática.
Raquel Huera 1ºA
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