En el pasado, cuando los pueblos de Tana Toraja todavía se encontraban muy aislados y difíciles de visitar, se tenía la creencia de que ciertas personas poseían el poder de hacer que los muertos caminaran por el pueblo con el fin de asistir a su propio funeral. De esta manera, los familiares de los fallecidos se liberaban de la necesidad de tener que cargar su cadáver. Un área particular, Mamasa, al oeste de Toraja, fue particularmente conocida por esta práctica.
En el pasado, la gente de esta zona tenían miedo de viajar grandes distancias, en caso de que murieran mientras estaban lejos y no pudieran regresar a su aldea. Si alguien moría mientras estaba en un viaje, y si no tiene un poder mágico fuerte, sería necesario contar con los servicios de un experto, para guiar a la persona muerta de vuelta a la aldea. Y no lo hacían metafóricamente hablando, la persona muerta se haría regresar a pie desde donde había viajado hasta su aldea de origen, no importa lo lejos que se estuviera.
El cadáver caminaría rígido, sin ninguna expresión en su rostro, asemejando a un robot. Si alguien se dirigía al muerto directamente, este caería sin sentido, incapaz de continuar su viaje. Por lo tanto, las personas que acompañaban al difunto en la macabra procesión tenían que advertir a la gente que encontraban en su camino de no hablar directamente con el muerto. Los asistentes solían buscar caminos tranquilos donde era menos probable que la procesión se viera infiltrada por los extraños.
En la actualidad, la práctica de caminar con los muertos a su lugar de origen ha caído en el olvido. Sin embargo, la posibilidad de traer a los muertos a la vida no se ha olvidado del todo. A veces, incluso hoy, pareciera que el muerto seguir respirando hasta que todos sus parientes se reúnen alrededor de él. En la actualidad la habilidad se practica en animales. En una ceremonia fúnebre, cuando un búfalo se ha sacrificado y su cabeza es separada de su cuerpo, se hace levantar y caminar durante diez minutos.
Manuel Folgado
No hay comentarios:
Publicar un comentario