jueves, 6 de junio de 2013

Animales de compañía en el antiguo Egipto

Perros, gatos y monos eran tan apreciados por los egipcios que a su muerte eran momificados y enterrados con sus amos.



Los antiguos egipcios destacaron por tener numerosos animales de compañía y por el afecto que sentían por ellos. El célebre historiador griego Heródoto de Halicarnaso dio testimonio de la gran desolación que la muerte de una mascota producía entre los habitantes de la casa; se depilaban las cejas en signo de aflicción cuando moría su gato, y se afeitaban todo el cuerpo, incluida la cabeza, si el que moría era un perro.

Las mascotas de los antiguos egipcios eran básicamente tres: perros, gatos y monos. Para los egipcios, el perro ya era el mejor amigo del hombre, el compañero más fiel en la casa y también el mejor camarada en la caza.



El gato, que los antiguos egipcios era un eficaz cazador de ratones, serpientes y otros animales poco deseados en hogares y graneros, por ello se ganó el afecto y la simpatía de los campesinos, y se convirtió en un huésped más de la casa. Los gatos dejaban que les pusieran un collar o una cinta en el cuello y aceptaban mantenerse inmóviles bajo la silla de sus amos mientras éstos gozaban de un apetitoso banquete.

El mono y el babuino eran criados como animales domésticos, divertía a la gente con sus gestos y acrobacias, y, en definitiva, sabía hacer pasar el tiempo de manera agradable.

LAURA SÁNCHEZ 


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